El teléfono móvil – Adolescentes

Aunque seguimos denominando teléfono a ese pequeño dispositivo, cada vez más son complejos sistemas multifuncionales con los que podemos hacer fotografías, escuchar música o la radio o navegar por Internet.

Los teléfonos móviles han pasado de ser un complemento de los altos ejecutivos a uno más de los dispositivos presentes en la vida común.

Aunque siguen existiendo terminales que cumplen tan sólo con la función de la que reciben su nombre, teléfono móvil, son los menos habituales. Cada vez es más normal que con nuestro teléfono (móvil), podamos además de realizar o recibir llamadas telefónicas, gestionar nuestros correos electrónicos, navegar por Internet, almacenar canciones y escucharlas, acceder a nuestras emisoras favoritas de radio, realizar fotografías o grabar vídeos que almacenemos para su posterior visionado, posicionarnos geoespacialmente mediante la antena GPS incorporada o por triangulación de antenas de telefonía…

Todo lo anterior es consecuencia de un movimiento de popularización en base a precios más asequibles tanto de los terminales como de las tarifas de utilización de los servicios de comunicación. Añadamos a ello que los continuos avances tecnológicos en este mercado han propiciado su transformación en pequeños ordenadores de bolsillo.

Como consecuencia, ahora llevamos encima una cantidad de datos que, a priori, no nos paramos a considerar. Pero, ¿guardamos una copia de seguridad de los contactos que tenemos en el terminal?¿Y de las fotografías que hemos ido realizando?¿Y de los mensajes enviados o recibidos?

¿Tenemos en cuenta la capacidad de cifrado de la información que almacenamos en los terminales de cara a decidir si un determinado dato debe estar o no en el terminal? O incluso ¿bloqueamos el terminal con la opción de que nos solicite la clave para desbloquearlo cada vez que dejamos de usarlo?

Los teléfonos móviles son dispositivos electrónicos y, por ello, son susceptibles de sufrir averías que impidan una recuperación (en condiciones económicamente aceptables) de la información que contienen. Y el hecho de que su tamaño y disminución de peso frente a los antiguos teléfonos haya popularizado el tener un terminal, también ha hecho más sencillo el sufrir la pérdida del mismo por un despiste o una sustracción..

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