Cómo proteger los datos de mi empresa

Habitualmente, las personas a las que se les ha encargado la custodia de un objeto perteneciente a la empresa tienen cuidado de no deteriorar el mismo y que se mantenga en las mejores condiciones operativas. Pero, ¿cuál es el valor real que tiene este objeto para la empresa?

Si, por ejemplo, estuviéramos hablando de un camión entregado a un chofer para transportar piezas entre una fábrica y el punto de venta, el valor real para la empresa viene dado por la cantidad de kilómetros que puede realizar éste ininterrumpidamente, maximizando así el número de piezas transportadas. De esta manera, habrá que cuidar el mantenimiento del vehículo para evitar averías prolongadas que pongan en peligro el abastecimiento a la red comercial.

En el caso de un trabajador de nuestros días, que vivimos y trabajamos en lo que comúnmente se denomina Sociedad de la Información, el instrumento más importante que la empresa nos confiere es el ordenador. Siguiendo la misma analogía que hemos hecho anteriormente, podríamos pensar que el coste de reposición del ordenador no es el único coste que la empresa (y el trabajador) tiene que considerar. La información almacenada en él es el activo que realmente posibilita la creación de valor añadido y es lo que realmente necesita ser protegido para garantizar su disponibilidad en todo momento. Hoy en día, reemplazar un ordenador típico cuesta del orden de 500 a 2.000 euros, sin embargo, volver a generar la información contenida en un ordenador puede costar de 10 a 100 veces más o incluso llegar a ser imposible hacerlo.

Es esta información, el verdadero activo que la compañía está interesada en proteger y el trabajador debe tomar conciencia de los instrumentos que tiene a su disposición para ello.

En un viaje de negocios, por ejemplo, el ordenador portátil con el que estamos viajando es robado. La empresa reemplazará el ordenador comprando un nuevo equipo y cargará los programas utilizando los discos originales. Pero los documentos de trabajo y los correos electrónicos no podrán ser cargados de nuevo a no ser que se hayan tomado las medidas oportunas y los datos hayan sido guardados en un lugar seguro.

La seguridad no es sólo una responsabilidad de los departamentos de informática y de seguridad. Los usuarios finales tenemos un papel muy importante que cumplir, ya que somos los que creamos y manipulamos los documentos importantes. Averigüe cómo hacerlo de un modo seguro.

El coste del incidente no solo se limita al coste de reemplazo del equipo informático. Dicho coste es despreciable en comparación con el de mantener un empleado improductivo mientras se intenta recuperar la información que necesitamos para llevar a cabo nuestra labor.