Compras en Internet
Internet es un medio ideal para comprar productos a bajo precio con la ventaja de poder hacerlo desde nuestra casa y recibiéndolos cómodamente en ella. Por otro lado, las compras en Internet pueden tener riesgos si no cuidamos cómo y dónde compramos.
Es evidente que, en muchas ocasiones, comprar productos por Internet sale rentable (muy rentable, incluso). Muchas empresas ponen a la venta sus productos al precio de fábrica sin los recargos que diversos intermediarios pueden aplicar. Si compramos en países como China o en el propio Estados Unidos, podemos estar hablando de reducciones en el precio de hasta un 40%.
Debemos tener cuidado con las compras y, sobre todo, con el sitio y forma en que las hacemos. Siempre es una buena idea tener una cuenta o una tarjeta de crédito separada para realizar compras, incluso, disponer de una cuenta de Paypal, o cualquier otro medio de pago, que nos permita controlar de forma estricta los límites de pago.
Busquemos comentarios o referencias de los sitios Web donde vayamos a hacer compras o pagos: Casi siempre hay comentarios positivos o negativos de gente que ha podido realizar compras y pueden ser un buen indicativo de si debemos o no fiarnos de un sitio en concreto.
Siempre que sea posible, paguemos tras la recepción de los productos (contra reembolso), ya que puede ser que, si pagamos por adelantado, ya sea con tarjeta o con transferencia, el dinero habrá abandonado nuestras manos sin tener el producto.
Sitios como eBay tienen una política de protección de las transacciones muy estricta, por lo que siempre podríamos reclamar en caso de no recibir el producto que hemos adquirido; pero no olvidemos revisar la “reputación” del vendedor y busquemos todas las garantías posibles.
Mucho cuidado con los “ofertones”. Recordemos ese dicho español que dice que “nadie da duros a cuatro pesetas” y pensemos siempre que las ofertas de verdad no suelen tener descuentos masivos.
En los últimos años, una estafa bastante bien pensada ha provocado que bastante gente haya perdido grandes cantidades; la estafa consiste en poner un anuncio de un coche nuevo y potente por un precio muy bajo. Cuando el interesado pide más información, el dueño del coche le comenta que el proceso de venta funciona mediante una empresa de mensajería intermedia, que los mensajeros llevarán el coche para que lo pruebe el interesado y que, simplemente depositando una fianza, le dejarán el vehículo hasta que complete el pago. Obviamente, la empresa de mensajería es falsa y no existe tal coche, ya que siempre se reclama la fianza inicialmente para llevar el coche hasta la casa del interesado.
Es una de las muchas estafas que se producen todos los días, por eso recomendamos mucha prudencia en las compras por Internet.