Internet para comunicarse
¿Has caminado alguna vez diez minutos de vuelta a casa porque has olvidado el móvil? Nos hemos acostumbrado a estar siempre conectados y los menores no son ajenos a esta tendencia. Tomando unas precauciones razonables, a distintas edades se puede ir introduciendo el uso de redes sociales, correo y chat.
Internet reproduce todas las posibilidades de comunicación más conocidas, como el correo, el teléfono y el fax. El acceso a estos medios de comunicación es prácticamente gratuito en la mayor parte de los casos.
Además, Internet aporta nuevos modos de comunicación, como son las videollamadas, el chat y las redes sociales, además de facilitar el intercambio de fotos digitales, video digital y otro tipo de archivos.
Para los niños, estos medios de comunicación no tienen porque suponer una parte importante de su uso de Internet, dado que por su libertad de movimientos y círculo social que normalmente está supervisado por los padres, no suele suponer para ellos una ventaja importante más allá de satisfacer una curiosidad.
Estos medios de comunicación abren un mundo de posibilidades, y como suele suceder, también de potenciales peligros. En los siguientes apartados los veremos en detalle.
Chat
Para aquellos que son hábiles con un teclado, y tienen un respeto moderado a la ortografía, el chat es un gran medio de comunicación, que permite simultanear una conversación con otros usos del ordenador.
El chat consiste en la comunicación mediante el texto escrito. Desde un ordenador abrimos el programa de chat, como pueden ser MSN Messenger, Yahoo Messenger o Skype. Podremos consultar una agenda de personas conocidas, desde la cual podemos ver si están disponibles para comunicarse. Entonces podemos llamar a una de estas personas, y si contestan la llamada, empezar a escribir. Podremos ver en nuestra pantalla lo que la otra persona escribe, y la otra persona puede ver lo que nosotros escribimos.
En un texto escrito es difícil leer las intenciones o el humor de la otra persona. Por este motivo, se utilizan símbolos o dibujos para expresar la intención de lo dicho, llamados emoticonos. Por ejemplo, podemos escribir “No te aguanto”, per o si lo decimos en broma escribiremos “No te aguanto ”, para evitar malinterpretaciones al otro lado de la comunicación.
Al escribir en un chat se suele evitar el uso de mayúsculas, dado que da la sensación de que se GRITA, y no se suele ser muy estricto con la ortografía, primando la velocidad de la comunicación.
Correo electrónico
El correo electrónico es sin ninguna duda la aplicación más popular de Internet, con una serie de importantes ventajas respecto del correo tradicional.
Mediante correo electrónico podemos escribirnos con cualquier persona del mundo, y a diferencia del teléfono podemos escribir cuando queramos, el receptor leerá lo que tenemos que decir cuando esté disponible. Además, en nuestro buzón, podemos mantener una copia de todos los mensajes enviados y recibidos. Finalmente, el correo electrónico permite también adjuntar archivos de todo tipo, como si enviáramos un paquete de correo físico.
Para obtener una cuenta de correo podemos acudir a numerosos proveedores gratuitos, como pueden ser Gmail, Yahoo o Hotmail.
Para enviar un correo a otra persona, sólo necesitamos conocer su dirección, que tiene un formato del tipo Nombre@Sitio.ext(si no hay una arroba “@” ni un punto la dirección no es válida). Del mismo modo, para que otros nos escriban necesitan conocer nuestra dirección de correo.
Un correo electrónico tiene tres partes, el “Para”, donde ponemos la dirección del destinatario, el “Asunto”, donde ponemos en muy pocas palabras los motivos por los que enviamos el correo, y el “Cuerpo”, donde escribimos el mensaje que queremos transmitir.
Redes sociales
¿Recuerdas cuando eras pequeño dónde empezaba y acababa tu barrio? Allí conocías a mucha gente y ellos te conocían a ti. El equivalente en Internet son las “Redes Sociales”, donde podemos crear nuestro propio barrio virtual y participar en los barrios de otros.
Una Red Social suele contener una mezcla de Agenda, Correo, Chat, y Tablón de Anuncios. Cada usuario de la Red Social tiene su propio círculo de amigos y conocidos, y como todos estos círculos se tocan, al final forman la Red que da nombre a este medio de comunicación.
Existen numerosas Redes Sociales, cada una enfocada a un público diferente. Hay redes profesionales, juveniles, para adultos en incluso infantiles (http://www.micueva.com/)
Es importante darse cuenta de que, al participar en una Red Social, lo que digamos o hagamos por defecto será visible para todo nuestro círculo, lo cual tiene la ventaja de que si queremos que todos nuestros amigos sepan cómo nos encontrarnos no es necesario enviar un mensaje a todos y cada uno, pero si nos dirigimos a alguien en particular, sería equivalente a hacerlo en una tertulia en grupo, donde cualquiera nos puede oír.
Telefonía por Internet
Internet no ha matado el teléfono, sino que ha puesto uno en cada ordenador. Con una conexión a Internet, unos cascos y un auricular, podemos hablar gratis con todos los usuarios de Internet.
A diferencia de la telefonía tradicional, que permite llamar a cualquier teléfono del mundo, la telefonía por Internet permite llamar gratuitamente sólo a usuarios del mismo sistema que elijamos.
Existen programas como Skype o Google Talk, que podemos instalar y solo con crearnos una cuenta de usuario podemos hablar gratuitamente con cualquier usuario del mismo sistema de telefonía.
Si además de tener unos cascos, disponemos de una cámara digital, no sólo podemos hacer llamadas tradicionales, si no que también podemos realizar videollamadas.
Compartir fotos, vídeos y música
Ya están pasados los tiempos en que era necesario cargar de un lado para otro con cintas, álbumes y videos caseros. Actualmente con Internet es posible, aunque no trivial, compartir con toda la familia nuestros recuerdos, experiencias…
Existen numerosas formas de compartir fotos, videos y música de producción propia por Internet. Ahora bien, hay varias cuestiones que pueden ser difíciles de controlar y que es importante tener en cuenta.
Lo primero, cuando compartimos en Internet, es necesario controlar con la mayor precisión posible con quien estamos compartiendo. Quizá queramos que nuestro grupo de amigos vea a nuestros hijos haciendo trastadas en la playa, pero ¿queremos que cualquier usuario de Internet, de todo el mundo, pueda ver y copiar esas fotos? Si no es así, antes de subir fotos a Internet deberíamos estudiar cuidadosamente como limitar la audiencia de lo que compartimos, dado que la mayor parte de los servicios hacen que lo que subimos a Internet sea por defecto visible por todo el mundo.
Lo segundo, cuando subimos algo a Internet, perdemos el control. Es posible que, aunque borremos una foto o un video, alguien haya hecho una copia y la difunda, por ejemplo. Por este motivo quizá no deberíamos subir ninguna foto ni video que no nos gustaría que viesen en nuestro trabajo, o nuestros vecinos.
Lo tercero, al empezar a usar estos servicios, suelen venir con un acuerdo de uso. Este acuerdo puede dar derechos al proveedor sobre la propiedad intelectual de las fotos. Si el proveedor decide hacer algún uso comercial de las mismas, podríamos encontrarnos con que no podemos controlar ese uso, o recibir una compensación económica por el mismo.
Y por último, si compartimos fotos, video o música con derechos de autor, posiblemente estemos quebrantando los derechos de propiedad intelectual de los autores, con las consecuencias legales correspondientes.