Qué ocurre con la información que comparto

Siempre existen dudas sobre lo que ocurre con la información que subimos a Internet, vamos a tratar de desvelar y explicar este secreto.

Dado que los perfiles públicos de las redes pueden ser descargados y almacenados a lo largo del tiempo, es posible crear un dossier digital con todos los datos publicados en esa red social por una persona. Esa información publicada con una finalidad clara por nosotros mismos, puede ser utilizada con otros propósitos completamente diferentes.

Entre los posibles usos que se pueden realizar con la información disponible en los perfiles de los usuarios nos encontramos con los siguientes:

  • Acceso al perfil incontrolado dado que la mayoría de redes sociales disponen del perfil completo del usuario (o al menos de una parte pública), de forma que cualquier usuario de Internet o de la red social puede acceder a nuestra información sin necesidad de que tengamos que autorizarlo.
  • Spam por el uso de las propias redes sociales como plataformas para el envío de correos electrónicos no deseados.
  • Phishing y pharming mediante la obtención de nuestros datos personales, así como de datos de carácter sensible o relativos a aspectos económicos (tarjetas de crédito, PIN de usuario, etcétera).
  • Suplantación de identidad que consistiría en que al ir a registrarnos en una red social nos encontráramos con que nuestra identidad “digital» ya está siendo utilizada.
  • Publicidad hipercontextualizada, algo que, a priori, es una ventaja para los usuarios al evitar que se nos muestren durante la navegación contenidos irrelevantes o de escaso interés, desde el punto de vista legal podría considerarse una práctica ilegal, ya que para poder realizarla se tienen que examinar nuestros datos y preferencias.

Las políticas de privacidad tienden a ser vagas a la hora de definir qué es y que no es información personal y que, por tanto, va a estar sujeta a restricciones más exigentes en cuanto a su revelación. Es importante que analicemos y comprendamos perfectamente su contenido ante de utilizar asiduamente la red social en cuestión. En concreto, deberemos ser conscientes de si:

  • la información personal es indexada a través de los buscadores.
  • se contextualiza la publicidad a través del examen de los datos del usuario y de sus preferencias.
  • todos los datos son imprescindibles para darnos de alta o podemos hacerlo aportando la mínima información posible.
  • la información publicada pasará a ser propiedad de la red social o si, por el contrario, mantendremos su propiedad.
  • existen mecanismos para resolución de conflictos o pautas para evitar comportamientos no deseados (posibilidad de bloquear comentarios o información incorrectas o incluso hirientes, etcétera).

Por lo que respecta a la privacidad de información de terceros: Es fundamental que tengamos en cuenta que la publicación de contenidos con información y datos respecto a terceras personas no puede ser realizada si éstas no han autorizado expresamente su publicación. Y que, en caso contrario, pueden solicitar su retirada de forma inmediata.

A este respecto, debemos considerar que, incluso siendo cuidadoso sobre las imágenes que publicamos sobre nosotros mismos en nuestro perfil, nuestra privacidad puede estar amenazada por las fotografías publicadas por terceros. Por otro lado, aunque este aspecto estará limitado, normalmente, a personas en nuestra red, si hemos incorporado a muchas personas a la misma, este riesgo permanecerá elevado. Desgraciadamente, hoy por hoy, son pocas las plataformas de redes sociales que ofrecen herramientas de privacidad que nos permitan saber que imágenes o comentarios están siendo enlazados a nuestro perfil para saber qué dicen o publican otros sobre nosotros.

Por ello, si finalmente fuera necesario actuar porque hemos visto vulnerado nuestro derecho a la intimidad la pauta a seguir sería la siguiente:

  • Primero, ponernos en contacto de forma inmediata con los administradores mediante los sistemas de denuncia propios de la red social para que la información en los que aparezcamos sean eliminados.
  • Segundo, ponernos en contacto con los buscadores que hubieran podido indexar el contenido, para que procedan a su bloqueo o retirada, para que no siga apareciendo en los resultados de las búsquedas.
  • Por último, podemos iniciar las actuaciones judiciales pertinentes ante los Tribunales Civiles, y en su caso, también podríamos denunciar el hecho ante la Agencia Española de Protección de Datos si se hubiera incumplido la normativa de protección de datos de carácter personal.

En cualquier caso, siempre es recomendable preconstituir prueba, es decir, depositando ante notario todos los contenidos mostrados a través de la web.