Privacidad y confidencialidad
Para determinadas ONG, los conceptos de privacidad y confidencialidad se vuelven especialmente importantes, desde el momento en que tratan problemas políticos, tratan con enfermos o prestan labores de ayuda en zonas conflictivas.
Muchas ONG que tienen acceso a información altamente confidencial de terceras personas, discursos políticos, datos sanitarios o, incluso, diversos materiales que, por los motivos que sean, deben permanecer secretos, se encuentran con problemas serios a la hora de proteger ese tipo de informaciones.
O las tecnologías que pueden emplear son especialmente costosas o, la complejidad de su uso las hace inviables para personas con conocimientos generales y no especializados.
Una de las pretensiones que tienen nuestros comentarios es la de conseguir identificar las tecnologías más útiles y con el menor coste posible, que puedan dar solución a las necesidades de las ONG; el caso de las tecnologías de confidencialidad y cifrado, no va a ser una excepción.
Aparte de las necesidades de confidencialidad y privacidad, las ONG tienen las mismas necesidades que cualquier otra organización de seguridad en la red, seguridad en los puestos de trabajo y protección frente a amenazas.
Hay multitud de herramientas gratuitas, tanto de antivirus, como de protección contra software malicioso o cortafuegos para equipos que pueden cubrir de forma completa las necesidades de las ONG. Muchas empresas tienen versiones de sus productos a coste reducido para ONG y otro tipo de organizaciones con fines sociales.
Por otro lado, además de la seguridad de cada ordenador, las ONG necesitan seguridad en la red que los conecte a todos; es en esta parte donde sí puede ser necesario invertir cierta cantidad de dinero, dependiendo de las necesidades y requisitos que la organización plantee, al menos en la instalación de un servidor que, para reducir costes, podría funcionar mediante un sistema operativo gratuito (como pueden ser Linux, FreeBSD, OpenSolaris u otros).
En general, debemos examinar con prudencia las necesidades en materia de seguridad que tiene nuestra organización y valorar, de acuerdo con las limitaciones de costes, las medidas de seguridad que podremos implantar o no.
No dejemos de protegernos, en ningún caso, porque pensemos que no vamos a poder asumir un coste, ya que existen multitud de alternativas muy económicas.