Mejores prácticas para tu correo electrónico
El correo electrónico, que es una de las herramientas más importantes en Internet, nos permite comunicarnos de forma muy rápida y sin coste con personas de todo el mundo. Pero también puede exponernos a diversas amenazas.
El correo electrónico puede que sea hoy en día una de las herramientas más importantes del mundo.
No hay empresa que pueda trabajar ahora mismo sin emplear esta tecnología de forma constante. Y, de hecho, raro es el usuario que no pone el grito en el cielo cuando su correo-e no funciona correctamente durante plazos que antes eran impensables; recordemos que una carta por correo tradicional puede tardar semanas en llegar al destinatario y ahora que un correo-e tarde más de una hora en llegar es motivo de alarma.
El correo electrónico permite enviar fotos, ofertas, documentos de trabajo o de ocio, comunicarnos con nuestros amigos y familiares e, incluso, desarrollar labores profesionales desde casa sin necesidad de estar en la oficina.
Por otro lado, la mayor parte de las infecciones por virus o software malicioso entran en las casas mediante el correo electrónico. Es un elemento que expone nuestra seguridad constantemente y a cualquiera, ya que conociendo nuestra dirección de correo-e todo el mundo pueden enviarnos correo.
En muchos casos, aunque guardemos celosamente nuestra dirección de correo-e y no la hayamos publicado, uno de nuestros amigos o conocidos se ve infectado por un virus y es éste programa malicioso, el que consigue nuestra dirección directamente de la agenda de esa persona y nos envía, acto seguido, un correo para tratar de infectarnos también.
Siempre es una buena idea contar con varias direcciones de correo, una principal y privada, otras secundarias y menos privadas e, incluso, cuentas de correo desechables como las de 10minutemail.com o guerrillamail.com para que, si necesitamos dar una cuenta de correo temporalmente, podamos desprendernos de ella cuando ya no la necesitemos.
Contar con buenas herramientas de antivirus y antimalware nos aportará muchas garantías de seguridad en el uso del correo electrónico. Pero los riesgos que afrontamos en su uso no tienen que ver exclusivamente con virus y software malicioso.
Aunque contemos con esas herramientas de protección, recordemos que las herramientas nos protegen contra las amenazas que conocen. Si no ponemos de nuestra parte y seguimos unas buenas prácticas, tales como no abrir documentos enviados por personas que no conocemos, nos arriesgamos a tener un disgusto provocado por un correo malicioso.
Cada día, con más regularidad, se van recibiendo correos de supuestas personas que quieren ponerse en contacto con nosotros, habitualmente residentes en zonas cercanas a la antigua Unión Soviética y, en muchas ocasiones, jovencitas que dicen buscar amigos o pareja. Debemos mirar este tipo de correos con precaución.
Existen muchas mafias que se dedican a crear perfiles falsos de personas en Internet y que, enviando correos no deseados, establecen contactos con gente que, si responden a estos correos, se convierten en su objetivo para fraudes. Conforme va pasando el tiempo, invierten en hacer crecer la relación para, finalmente, solicitar dinero o regalos desapareciendo inmediatamente.
Mucho más peligrosos son los casos donde se ofrecen oportunidades empresariales que implican un viaje a una zona remota, donde podríamos ser susceptibles de un secuestro, como ha ocurrido a algunos empresarios de diversas partes del mundo, entre ellos españoles.
El famoso timo de los nigerianos (que existe desde el siglo XIX), también conocido como “Nigerian scam”, “timo 419” (por el artículo del código penal nigeriano), y que consiste en que recibimos una carta (o un correo electrónico) donde una persona que se presenta como muy respetable, nos pide ayuda para sacar divisas de su país ya que no puede sacarlas de forma normal. Ofreciendo un porcentaje de una cantidad astronómica, finalmente termina sacando unos miles de euros para desvanecerse en el mundo de Internet. Este timo, que a primera vista puede parece evidente y complicado de hacerlo creer a una persona cualquiera, provocó que en Wall Street en Estados Unidos, se tuvieran que tomar medidas especiales para informar a inversores.
Pero, normalmente, los problemas asociados con el correo-e tendrán más que ver con el correo no deseado (spam) o con las cadenas de correos.
El spam es uno de los peores problemas de Internet en la actualidad. Se estima que casi un 96% del correo que cruza por Internet es correo no deseado. Estamos hablando de unas cifras que hacen mucho daño en términos económicos a los operadores de servicios de Internet y que hacen mucho daño, en tiempo, a las personas que reciben esos correos no deseados, ya que hay que dedicar cierto tiempo para saber si debemos borrarlos.
Un tipo de correo no deseado muy particular son las cadenas de correos. Consisten en plantear un tema de interés y hacer un envío a muchas personas pidiendo que, a su vez, envíen de nuevo ese correo a muchas otras personas.
En ocasiones, incorporan comentarios tales como que “si mandas este correo a cien personas ganarás un premio” y similares. Realmente, todas estas cadenas de correos electrónicos, las suelen iniciar especialistas del spam para recabar direcciones de correo nuevas y válidas. Aprovechando la buena voluntad de la gente y la natural tendencia a ayudar que tenemos todos, consiguen que a base de envío tras envío, que les llegue en algún momento esa cadena de correos que suele incorporar miles de direcciones de correo electrónico que sí corresponden con personas de verdad, lo que les evita una tediosa labor de investigar en la web hasta que consiguen esas direcciones.
Es una buena recomendación no responder nunca a esos correos en cadena y, además, es una buena idea contactar con las personas que nos las reenvían para indicarles que no deben hacerlo y explicarles las consecuencias.
Como resumen, podemos indicar que las mejores prácticas en el uso del correo electrónico podrían ser:
- Mantengamos nuestras herramientas de protección del correo electrónico actualizadas.
- Evitemos abrir correos sospechosos o que aparentan tener riesgo (si es algo importante es muy probable que la persona que lo manda trate de contactarnos de nuevo).
- No abramos nunca documentos que vengan de personas que no conozcamos. Revisemos primero el contenido del correo y pensemos si queremos o no abrir un documento realmente.
- No contestemos a los correos en cadena.
- Es mejor ignorar los mensajes de premio, regalo, los relacionados con divisas, contacto desde países relativamente poco comunes… en general serán falsos o tendrán malas intenciones.
- Es una buena práctica contar con direcciones de correo-e distintas, que podamos clasificar de menos a más seguridad y privacidad. No olvidemos los servicios de cuentas de correo desechables.